Concluyeron las Jornadas A diez años del 2001. Razones y legados de la crisis.

Con la proyección de diferentes cortos, un documental, mesas debate, una muestra fotográfica y un espectáculo musical de tango multimedia, concluyeron las Jornadas A diez años del 2001. Razones y legados de la crisis que tuvieron lugar en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti los días 13, 14, 15 y 17 con motivo del 10º aniversario del 19 y 20 de diciembre.

El encuentro se abrió con la proyección del documental 19/20 de Sebastián Menassé, Florencia Gemetro, Carolina Golder y Mariano Tealdi, quienes estuvieron presentes en la sala del Microcine Raymundo Gleyzer del Centro Cultural. También participaron los familiares de las víctimas asesinadas por las fuerzas policiales (Gastón Riva, Diego Lamagna, Alberto Márquez, Carlos Almirón y Gustavo Benedetto) y abogados querellantes en la causa, cuyo juicio se inicia en el 2012. “Este es un homenaje a las más de 30 personas que resultaron víctimas de la tremenda represión policial de aquellos días, pero también a todos los movimientos sociales y políticos que dieron una batalla silenciosa desde los años ’90 y que el 19 y 20 pudieron hacer visible su lucha en las calles”, señaló Lorena Bossi, del Ente Público del Espacio para la Memoria y Derechos Humanos.

Charla-Debate y proyección de documental: 19/20. Abogados querellantes en la causa por las víctimas asesinadas

Charla-Debate y proyección de documental: 19/20. Lorena Bossi, del Ente Público del Espacio para la Memoria y Derechos Humanos.

Charla-Debate y proyección de documental: 19/20.

Matías Cerezo, politólogo y Coordinador del Área de Estudios y Publicaciones del Centro Cultural, planteó en la mesa de apertura Razones de la crisis que “hasta el año 2001 los gobiernos no lograron revertir, y ni siquiera moderar, las tendencias sociales y económicas iniciadas por la última dictadura militar. Las promesas incumplidas de nuestra democracia explican en gran medida la debacle del 2001”, agregó. La crisis de representación política, el desencuentro entre representados y representantes, la fuerte fragmentación y exclusión social, junto con la debacle económica, fueron algunos de los fenómenos principales que condujeron a los sucesos de diciembre de 2001.

El panel estaba integrado también por Ricardo Aronskind, investigador especializado en economía y relaciones internacionales, que fue el encargado de señalar las principales causas económicas que permiten comprender las razones de la crisis. Entre las más destacadas señaló el fuerte proceso de re-endeudamiento del país desde 1995 en adelante (cercano a los 10 mil millones de dólares por año), una política económica basada en la convertibilidad y en la demagogia de mantener el tipo de cambio ($1= Usd1), una balanza comercial sistemáticamente negativa que expresa el arrasamiento de la industria nacional y una tasa de desempleo del 18% que funcionó como el principal disciplinador social. “Todas estas medidas forman parte del experimento de autodestrucción de la Nación que fue el menemismo”, planteó Aronskind.

El último en exponer fue el historiador Ezequiel Adamovsky, quien se encargó de desarrollar las particularidades que caracterizaron la resolución de la crisis. Según el historiador, a diferencia de otras lo que caracterizó a esta crisis fue el reencuentro político de sectores populares y una parte de los sectores medios en las calles. “La presencia de esta solidaridad política entre diferentes sectores sociales es lo que distingue muy claramente la crisis del 2001 de otras crisis, donde por el contrario, primó la disgregación y la fractura”, destacó.

Por el contrario, Aronskind sostuvo que aquél encuentro entre diferentes sectores sociales, al que se refirió como uno de los mitos del 2001, “Piquete y cacerola, la lucha es una sola”, no era más que una cuestión transitoria, no permanente, debido a las características de la sociedad que llegó al 2001: “una sociedad fragmentada, destruida, deshilachada”, señaló. Otro de los mitos en torno al 19 y 20 que problematizó Aronskind fue el “que se vayan todos”, como expresión de que “se vayan todos los políticos”. Según el investigador lo que se expresaba en aquellos días era la continuación de la escisión entre política y economía, donde se destacaba la incapacidad de observar al sistema económico y social como el causante de las desgracias de los argentinos.

Ricardo Aronskind en el Panel Las razones de la crisis

Matías Cerezo, Coordinador del Área de Estudios y Publicaciones del CCM Haroldo Conti en el Panel Las razones de la crisis

Edgardo Vannucchi, Matías Cerezo, Ricardo Aronskind y Ezequiel Adamovsky en el Panel Las razones de la crisis

Ezequiel Adamovsky en el Panel Las razones de la crisis

Al término de este panel se inauguró la muestra fotográfica 19/20 Diez años, en conjunto con la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) y el Archivo Nacional de la Memoria. La muestra se compone de una selección de imágenes tomadas por reporteros gráficos de todo el país durante aquellos días. Se puede visitar en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti hasta el 26 de febrero.

Muestra Fotográfica 19 y 20 Diez años – CCM HConti, en conjunto con el ANM y ARGRA. Fotografías de Enrique García Medina y Pepe Mateos.

Muestra Fotográfica 19 y 20 Diez años – CCMHConti, en conjunto con el ANM y ARGRA. Fotografía de Fernando Gens.

Muestra Fotográfica 19 y 20 Diez años – CCMHConti, en conjunto con el ANM y ARGRA. Fotografía de Carlos Brigo y Pablo Piovano.

Muestra Fotográfica 19 y 20 Diez años – CCMHConti, en conjunto con el ANM y ARGRA

El segundo panel de las Jornadas, titulado Legados del 2001, contó con la participación del Director del Centro Cultural, Eduardo Jozami, el sociólogo Sebastián Pereyra y el economista, Guillermo Wierzba.

Pereyra destacó la importancia de pensar este momento histórico en un doble sentido: como crisis política en términos de proceso, y como crisis de representación entre gobernados y gobernantes, en línea con lo que planteó Cerezo en el primer panel Razones de la crisis. Por su lado, Wierzba, afirmó que la crisis del 2001 fue el final del modelo neoliberal iniciado con la última dictadura militar. “Diez años después podemos rescatar claramente el rol protagónico de la política en los procesos de  transformación”, concluyó.

Por su lado, Eduardo Jozami, hizo referencia a la existencia de dos almas bien distintas en el estruendo del 2001. “Piqueteros y ahorristas se mezclaban en las manifestaciones y donde se podía ver en un principio cierta alianza social que alentaba renovadas expectativas políticas. Sin embargo, desde entonces esas dos almas del 2001 no dejaron de enfrentarse. Algunos sectores repudiaban toda intervención del estado y despreciaban la misma idea de lo público; mientras que en otros se afirmaba la solidaridad como valor, enfatizando la crisis del neoliberalismo, y se promovían emprendimientos sociales y nuevas formas de participación que superaran la degradación de la vieja política”, señaló Jozami. Por último, destacó que la actual política de Derechos Humanos y muchas de las transformaciones que se están realizando en el país se encuentran impregnadas de aquél espíritu libertario de diciembre de 2001.

Valeria Moris, Sebastian Pereyra, Eduardo Jozami y Guillermo Wierzba en el Panel Legados del 2001

Valeria Moris, Sebastian Pereyra, Eduardo Jozami y Guillermo Wierzba en el Panel Legados del 2001