El proyecto de itinerancia del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti abarca las áreas de fotografía y artes visuales. A través de esta iniciativa el Conti se plantea, por un lado, la necesidad de generar vínculos tanto con otros espacios de memoria, como con centros abocados a la promoción cultural barrial e instituciones interesadas; por otro, y como espacio que depende del Estado Nacional, la búsqueda de federalizar las producciones e incluso llevar el arte argentino a otros países. Las instituciones interesadas deberán comunicarse a itineranciaconti@gmail.com
"21-110" consiste en 21 retratos (sobre tela) de mujeres que dieron a luz en cautiverio en el Centro Clandestino que funcionó en la ESMA durante la última dictadura militar. La muestra hace foco tanto en esas madres como en los niños recuperados y los que aún no conocen su identidad. Se completa con el montaje de un cubo de madera donde se encuentran imágenes que representan a las 110 identidades recuperadas, sobre un total estimado en 500 menores apropiados.
Para realizar este trabajo, Cirulli indagó en las bases de datos de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. La propuesta también toma la lógica de un archivo abierto que debe seguir creciendo a través de nuevos aportes. En este sentido, cuando la muestra se presentó en 2012, el número de nietos recuperados llegaba a 105 (21-105, entonces). Diego Cirulli habla de lo que queda pendiente, aquello que debe movilizar a la sociedad: reconstruir el camino, perseguir una verdad hasta las últimas consecuencias
El Conti celebra que el arte permita seguir generando vínculos, abriendo puertas, suspendiendo distancias. Es la percepción más inmediata, la sensibilidad -como una intuición para percibir tanto lo más crudo, como la belleza del instante- la que va construyendo un relato mientras la vida transcurre. Algo alrededor se rompe, una grieta aflora, huele, resuena. Allí es donde un escritor, un artista visual, un músico necesita comenzar a decirse.