El acto, que se extendió por casi tres horas y en el que hubo espacio tanto para la presentación de libros sobre la figura de Angelelli como para la música y la emoción, comenzó con las palabras de Eduardo Jozami, director del Centro Cultural, quien expresó su satisfacción por el resultado del juicio en La Rioja -que después de 38 años concluyó que Angelelli fue asesinado y no que había fallecido producto de un accidente automovilístico. Jozami sostuvo que "las cosas valiosas requieren esfuerzos y sacrificios y que merecen ser festejadas”.
"Hoy decimos Nunca Más asesinos de los militantes populares, de los sacerdotes comprometidos con las luchas. Angelelli es una figura que con el paso del tiempo adquiere una dimensión nueva y profunda. A Angelelli no lo recuperamos, pero todos nosotros estamos comprometidos en continuar el camino trazado por él, en la búsqueda de la justicia social”, enfatizó.
La jornada continuó con las palabras de Délfor Brizuela, Secretario de Derechos Humanos de La Rioja, que se encontraba presente junto a Marité Cosciano Angelelli (sobrina del obispo), los religiosos Antonio Puijané, Domingo Bresci, Luis Farinello y Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora.
Brizuela definió a la tarea de Angelelli de "inquietante e interpeladora" y remarcó que "las luchas por la verdad y la justicia están vivas”. Asimismo, reconstruyó la historia de las desapariciones, exilios e incluso apropiación de niños que sufrió su familia y recordó a los 32 riojanos desaparecidos por el terrorismo de Estado.
Luego, conmovido recordó que durante el entierro de Angelelli (en agosto de 1976), se gritaba la consigna -que había hecho pública Martin Luther King en Estados Unidos: “Vamos a vencer” mientras del otro lado del féretro estaban las fuerzas del horror. En ese momento, la consigna fue levantada por los riojanos y riojanas presentes en el teatro del Conti, quienes habían viajado especialmente para el Homenaje.
Minutos después, y con un clima cargado de emoción y alegría, fue el turno de la presentación de tres libros, a cargo de sus autores: El Hereje, de Adrián Mercado; Sin echar raíces, sigo caminando, de Rafael Sifré; y El Nudo, de Domingo Bordón y Rosa Peralta.
Sifré autor de Sin echar raíces, sigo caminando militó y trabajó muy cerca de Angelelli e hizo referencia a las amenazas que sufrió todo el grupo cercano a él, tanto de la Triple A como a partir del 24 de marzo de 1976. Contó que a persar de que el obispo sabía que figuraba en las listas negras, Angelelli eligió quedarse en La Rioja porque consideraba que allí era donde debía estar.
Por último, Domingo Bresci, recordó el día de la sentencia en La Rioja e indicó que “el fallo de la justicia fue una expulsión del corazón, de la vida, de la alegría; fue un acto de reparación y reafirmación en la lucha y esperanza". También expresó que Angelelli era un entusiasta del Concilio (Vaticano II) y un profeta de su tiempo que denunció concretamente la explotación.
El cierre estuvo a cargo del coro Julio Gómez Carrillo, integrado por ex misioneros en Chamical (La Rioja). También cantó el dúo de La Bruja Salguero y Néstor "Chacho" Echenique, ex integrante del Dúo Salteño.