NOTAS / OCTUBRE 2014
Los procesos de memoria en la Argentina y Sudáfrica
Participaron Harris, Pineau, Rafecas y Jozami

Los procesos de memoria en la Argentina y Sudáfrica

Con el objetivo de trazar las diferencias y los puntos de contacto en las políticas de memoria en la Argentina y Sudáfrica, se llevó a cabo el jueves 16 un panel en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti del que participaron Verne Harris, Director de Investigación y Archivo del Nelson Mandela Center y del programa Mandela Dialogues on Memory Work; Daniel Rafecas, juez federal y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Marisa Pineau, historiadora (UBA) y máster en estudios de África del Colegio de México y Eduardo Jozami, director del Centro Cultural y doctor en Ciencias Sociales.

“En Sudáfrica elegimos la ‘reconciliación’ mientras en Argentina se optó por la justicia”, sostuvo Harris, que explicó que en aquel país hubo distintas reparaciones para las víctimas que incluyeron indemnizaciones, beneficios educativos y la restitución de tierras para quienes fueron desplazados.

Harris señaló que, pese que no hubo una declaración oficial del Gobierno, hay indicios de que se podría aplicar una amnistía generalizada en su país. “Lo más importante en Sudáfrica es tener justicia, y no solo me refiero a la justicia jurídica sino a una sociedad más justa”, consideró y señaló que del plan original que propuso Nelson Mandela cuando llegó a la presidencia en 1994 –como candidato del principal partido de oposición negro, el Congreso Nacional Africano- se implementaron solo algunas medidas y se refirió a los elevados niveles de desigualdad, que continúan en la actualidad. “Sudáfrica hoy es una nación llena de bronca”, concluyó el Director de Investigación y Archivo del Nelson Mandela Center.

En tanto, la historiadora Marisa Pineau se refirió a las fisuras del régimen del Apartheid al final de los casi 50 años en los que se extendió, y que concluyó con la llegada a la presidencia de Nelson Mandela en 1994. Pineau señaló la presión internacional sobre Sudáfrica, que veía al régimen del Apartheid como “atrasado”, y la progresiva fuerza que fueron adquiriendo los movimientos de liberación nacional, algunos de los cuales llegaron a promover la lucha armada.

Pineau recordó que la mayoría de la población sudafricana vivió durante décadas en ghetos y mencionó el surgimiento de un movimiento obrero que confluyó en una central multirracial. Al finalizar su presentación, la historiadora se refirió a los memoriales que recuerdan la segregación racial.

Sobre este punto basó su exposición el juez federal Daniel Rafecas, que subrayó la importancia de la proyección en términos de justicia de las políticas de memoria. El magistrado -que instruyó la causa por el circuito represivo que abarcaba El Atlético, El Banco y El Olimpo- valoró que a partir de los juicios por violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos (que comenzaron en 2006, con la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final) se hicieron públicos numerosos testimonios que permitieron conocer la vida cotidiana en los Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio en Argentina.

Por su parte, Eduardo Jozami aseguró que la versión en relación a los procesos de memoria que se difunde en Argentina sobre Sudáfrica “falsea los hechos e ignora lo fundamental: en Sudáfrica fue necesaria una negociación entre las dos posiciones ya que ninguna podía obtener una victoria definitiva. Esto fue lo que limitó las posibilidades de avanzar con la Justicia en ese país”.

Jozami destacó que la significación última de todo proceso de memoria siempre es política, porque “avanzar con la verdad y la justicia facilita la búsqueda de una sociedad más justa a la que aspiraba Nelson Mandela”.