"La ciudad verde por sobre la ciudad inclusiva", tal fue el planteo de Paula Penacca, legisladora de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente para la Victoria (FPV) para iniciar el extenso debate del ciclo "Derecho a la ciudad" que se viene realizando en el Conti desde el 2013.
"Parecería ser que (Mauricio) Macri desde la gestión del gobierno de la Ciudad platea una contradicción entre lo que ellos llaman ciudad verde y lo que nosotros denominamos ciudad inclusiva", criticó Pennaca. La legisladora propuso pensar en una construcción de hábitat adecuado y digno vinculado con lo ambiental pero no del modo en que "el macrismo enfoca la lógica de la Ciudad verde concentrada en una política marketinera y de parche".
En esta línea, Jaime Sorín, ex Decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires (UBA) durante su exposición abordó varios ejes de discusión como la diferencia entre la ciudad legal y la legitimidad de los reclamos, el urbanismo que plantea el macrismo y los obstáculos para resolver el problema de la vivienda.
"El macrismo busca suprimir la heterogeneidad, avanzar sobre las lógicas urbanas mediante la segregación", enfatizó Sorín. El arquitecto explicó que hay muchas contradicciones en el desarrollo urbano y esto se ve muy claro en la ciudad de Buenos Aires. "Se plantea qué tipo de ciudad tenemos de un lado de Rivadavia y Belgrano, y qué tipo de ciudad tenemos del otro lado de la General Paz, al norte", comentó Sorín.
En este sentido, Eduardo Reese de la Universidad Nacional de General Sarmiento que dirige el Área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del CELS reflexionó sobre cómo se podía profundizar el modelo nacional en la ciudad, qué significa alcanzar el "Derecho a la ciudad", cuestionó las rentas urbanas y cómo el discurso de la 'ciudad verde' puede resultar un discurso legitimador de la exclusión.
"Profundizar el modelo supone repensar las políticas desde una modalidad mucho más integradora de lo que hoy se piensa. Por ejemplo, el caso del Pro.Cre.Ar. es bastante interesante en ese sentido, quizás en capital no lo han terminado de percibir del todo. El gobierno puso al servicio de la política social tierras públicas ociosas dirigidas a un amplio sector que no puede acceder, de otra forma, a una vivienda", comentó Reese.
Sin embargo, Reese contó que ni bien se anunció el Pro.Cre.Ar. en todo el país los precios del suelo subieron al doble y esto significó que una parte muy significativa de los sorteados no pudieran comprar un lote. "Esto no es otra cosa que el producto de la desintegración de las políticas de vivienda. La fragmentación de estas políticas llevan a que el mercado efectivamente pueda expandirse por sobre el Estado".
"No hay posibilidad hoy de avanzar sin capturar una parte sustantiva de las rentas que se crean cotidianamente en la ciudad como resultado de la gestión pública y ser parte de ese proceso de redistribución", aseveró Reese y se preguntó: "¿Ustedes piensan que París es París porque el Estado no interviene? París es París porque el Estado intervine muchísimo. Incluso Berlín es Berlín, aún en el régimen conservador de (Ángela) Merkel porque el Estado le pide a cada desarrollador el 30 por ciento del suelo para hacer viviendas sociales".
Por último, Eduardo Jozami, Director Nacional del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, reflexionó sobre los distintos ejes que se abordaron en la mesa del 5to encuentro "Derecho a la Ciudad". "Hay que llegar a una ciudad con menos desigualdades", postuló Jozami.
La jornada concluyó con la proyección de imágenes del libro "La Traza. La casa y sus formas imaginarias en la autopista que nunca existió" (2013 - Editorial La Luminosa) de Victoria Gesualdi.
En el 2015 el Conti continuará con los debates sobre el "Derecho a la ciudad" gratis en el Centro Cultural.