"Soy mujer trans no por transexual o transgénero, lo digo porque soy una mujer transgresora." Así se definía Effy Beth (Elizabeth Mía Chorubczyck), una artista que indagó los límites de las categorías que la sociedad asigna, en esa línea fronteriza que se dibuja sobre los cuerpos y ubica lo normal de un lado y lo anormal del otro. Fragmentos de su obra, textos y fotografías de sus performances forman parte de la muestra que se exhibe en el Centro Cultural hasta el domingo 16 de noviembre, y que se inauguró en el marco de las V Jornadas de Diversidad y Género "Poner el cuerpo", que se realizan en el Conti desde 2010.
Observar la obra de Effy (que se suicidó en marzo de este año) es también viajar por su vida para acercarnos a las experiencias que fueron moldeando su devenir de mujer, artista visual y performer. Sus trabajos proponen el corrimiento de límites y lo hacen a partir de un punto de partida que no desdeña ironía ni una mezcla borgeana de categorías que siempre parten del sujeto: "Transexual, bisexual, casta, judía, atea, extranjera, porteña, artista, mujer". Finalmente ¿cómo se define una identidad? ¿Qué rol debe tener el arte y qué pregnancias adquiere el cuerpo en el contexto de una sociedad que lo simboliza, limita, define y estigmatiza?
A través de estas preguntas se fueron desarrollando las diferentes actividades que formaron parte de estas Jornadas, que se realizaron en el Conti entre el 30 de octubre y el 2 de noviembre, y abarcaron tres amplios ejes: el cuerpo en escena (el cuerpo como instrumento o tema de creación artística), el cuerpo político (el cuerpo como territorio de disputa política) y representaciones del cuerpo (allí donde lo central es la forma en la que se representa el cuerpo y también su ausencia).
Las V Jornadas comenzaron con la presentación, ante más de 400 personas, del espectáculo-performance "58 Indicios sobre el cuerpo" obra de Emilio García Wehbi que reúne a 58 actores en escena y trabaja la noción de cuerpo como diferencia a partir de un texto de Jean-Luc Nancy. "El cuerpo es material. Es denso. Es impenetrable. Si se lo penetra, se lo disloca, se lo agujerea, se lo desgarra", reza el indicio que abre el espectáculo desde la voz de un performer desnudo con un número rojo escrito en su espalda.
La programación continuó con la presentación, en las calles internas de la ex ESMA, de un grupo de 20 bailarinas afro que entre 2001 y 2012, acompañaron a las Madres de Plaza de Mayo y a H.I.J.O.S en las marchas del 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Durante los cuatro días también se desarrollaron diferentes mesas-debate. Una de ellas, "Representación del cuerpo: Prácticas disidentes en el arte y la política en América Latina" en la que participaron Fernanda Carvajal, Alejandra Vasallo y Ana Longoni, compiladora del volumen colectivo El Siluetazo (2008). Longoni calificó a dicha expresión artística como uno de los acontecimientos más importantes en los cruces entre arte y política que buscaron representar el terrorismo de Estado. "El objetivo de El Siluetazo era volver cuantificable el espacio que ocuparían los desaparecidos." Dos huellas: la del manifestante que prestaba su cuerpo y el desaparecido que volvía, a través de ese cuerpo. El primer acto de "tenderse para prestarle el cuerpo a un desaparecido" se hizo el 10 de diciembre de 1983, el día en que Raúl Alfonsín asumió la presidencia luego de casi 8 años de dictadura. También recordó el movimiento "Mujeres por la vida" y "Somos +" -una serie de acciones "relámpago" que llevaban a cabo mujeres en Santiago de Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet- entre otras expresiones artísticas ligadas al cuerpo.
Por su parte, Fernanda Carvajal, socióloga y docente, repasó las performances del colectivo artístico chileno "Las Yeguas del Apocalipsis" formado por Pedro Lemebel y Francisco Casas Silva, que abordó el tema de la diversidad sexual en Chile, un tabú para la sociedad transandina.
En tanto, Alejandra Vasallo, historiadora y una de las bailarinas que se presentó unas horas antes en la ex ESMA, repasó la historia del Grupo de Danza afro que salió por primera vez a la calle en 1998 cuando, según sus palabras, "el Estado aún no había reconocido su responsabilidad." Lo que empezó con 4 bailarinas en 2001, continuó con convocatorias abiertas y más de 200 bailarines en la última marcha en la que participó el Grupo, en 2012. "Prestamos el cuerpo a aquellos que ya no están: a los desaparecidos, a los nietos que faltan restituir", resumió Vasallo sobre su propuesta.
También hubo lugar para la danza con el taller de Tango Queer, donde el cambio de roles resignificó y le dio una dinámica diferente a este baile. Después de recapitular experiencias a lo largo de todo el día, la idea de "Poner el cuerpo" se convirtió en práctica.
Durante las Jornadas se proyectó, con presencia de su directora, la película "Yo aborto, tú abortas, todxs callamos" de Carolina Reynoso. El film es un documental que reúne testimonios (e historias) de mujeres de distintas características, territorios y sectores sociales que pasaron por la experiencia de realizarse un aborto clandestino.
Después de la proyección, hubo tiempo para el debate donde Reynoso señaló que su película se basó únicamente en los testimonios de las mujeres que abortaron porque consideró necesario generar más espacios para conocer esas experiencias. Tanto desde la película como en la charla Carolina Reynoso sostuvo que el aborto es un derecho y "hace que las mujeres seamos más poderosas".
Las V Jornadas de Diversidad y Género "Poner el cuerpo" fueron una celebración que pusieron en relieve las diferentes fuerzas históricas, sociales y económicas que atraviesan nuestros cuerpos e intervienen en la conformación de nuestras identidades. El próximo año, el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti organizará nuevamente Jornadas de Diversidad y Género, una nueva invitación a la reflexión, la participación y la experiencia.