Un retrato íntimo y familiar que retorna a las raíces de una tierra inexplorada y transformada por la quinua, un llamado para dialogar con la tierra, con una comunidad y con la propia naturaleza
El rodaje del documental se realizó en Villa Alota, al sur de Potosí, una zona que ha crecido y que poco a poco se transforma con el auge económico de la quinua. Irineo Bautista, el protagonista de esta historia, es un comunero que ha regresado a este lugar junto a su familia después de veinte años de haber vivido en la ciudad: entre sus objetivos está el de cultivar la quinua, pero, sobre todo, el de enseñar a sus hijos los valores culturales de su comunidad y la vida en la naturaleza.
Dirección y Guión: Ariel Soto, Eduardo Paredes / Fotografía: Eddy Vasquez / Montaje: Irene Cajias / Música: Manuel Estrada / Con la presencia de: Irineo Bautista Mamani, Ingrid Guizada, Doroteo Huanca, Romer Huanca / Productora: Rodante Films