La comedia pone en acción a cuatro amigas que al cabo de unas horas y llevadas por la circunstancia, habrán dicho más de lo que en otro momento se hubieran animado a decir.
Como es habitual, Zulma, Martita, Estela y Raquel, señoras de clase acomodada, se reúnen para compartir una tarde de té, charlas y juego de canasta. Pero esta vez un hecho inesperado, un crimen, altera el programa y convierte al living de la casa de Raquel en “la hoguera donde se ejecutará a la bruja malvada”.
Desde el comienzo el suspenso se apropia del clima de esta obra que tiene la particularidad de estar escrita en verso: “La decisión de escribirla en verso -explica Gonzalo Demaría- apareció como una necesidad inmediata, la de dar espesor al lenguaje, la de elevar ese living y esas señoras a las categorías de la épica y el disparate”.
Música: Marcelo Katz / Iluminación: Eli Sirlin / Vestuario: Magda Banach / Escenografía: Cecilia Zuvialde / Entrenador físico: Juan Branca / Colabador artístico: Gabriel Baigorria / Producción Ejecutiva TNC: Ana Riveros / Asistencia de dirección: Matías López Stordeur.