Mi visita al Conti

CONVOCATORIA “MI VISITA AL CONTI”

Testimonios y vivencias

Escribo para rescatar hechos, para rescatarme a mí mismo. Podría decirles más: creo que toda mi obra es una obsesiva lucha contra el tiempo, contra el olvido de los seres y las cosas.

Haroldo Conti

Entrevista en Diario La Opinión (15/06/1975)

Invitamos a todas las personas que visiten el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti y el predio de la ex Esma a que escriban un relato con sus impresiones para ser compartido en nuestro sitio web.

Objetivo

Quien ingresa al Conti es interpelado de una u otra manera por el espacio, que suele propiciar una reflexión interna en la que dialogan pasado y presente. Creemos que compartir estas vivencias ayuda tanto al proceso colectivo de elaboración de hechos traumáticos, como a la reflexión y el debate que -como sociedad- vamos ensayando para poder transitar el dolor y la pérdida.

Modalidad

  • Pueden participar personas argentinas y extranjeras de todas las edades.
  • Algunos de los relatos serán compartidos en esta sección. Posteriormente, se archivarán con fines de registro memorial.
  • Extensión del relato: máximo 1500 caracteres con espacios (tres párrafos aprox.)
  • Los relatos pueden ser tanto de ficción como testimoniales.
  • Todos los relatos deberán llevar: nombre y apellido (opcional), edad, ciudad y nacionalidad del autor/a.

Los textos deberán enviarse por correo electrónico a mivisitaalconti@gmail.com

Asunto: “Mi visita”

Testimonios y vivencias

  • Elda, Capital Federal

    La memoria es el 'don' que Dios puso en nuestro cerebro, no para guardar odio ni rencores en nuestro corazón, sino para que aprendamos a no tropezar con la misma piedra. Hay individuos que disfrutan de su propio infierno y se regodean con su maldad. Pienso que no merecen siquiera la muerte. Como creyente sé que: Dios no es deudor de nadie.

  • Melisa, 28 años

    La primera vez que visité el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, hice una recorrida general por el lugar para conocerlo. Me gustó mucho y cuando hay alguna muestra que me interesa, lo visito.

    Principalmente, creo que se le otorga a cada una de las obras expuestas un espacio particular y están distribuidas bajo un concepto que refleja organicidad en las muestras.

    La muestra de León Ferrari y Yaya Firpo me encantó. Me pareció, además, qué está muy bien ordenada ya que permite conocer obras de distintos momentos. Fue lindo ver que, además de adultos, muchos niños ruidosos y contentos recorrían el lugar e interactuaban con algunas de las obras.  Más allá del nivel de los dos artistas nombrados, hubo otros expositores en la fecha que vale la pena conocer. Uno de ellos es la fotógrafa Lucila Quieto.

  • Gonzalo

    Hace unas semanas fui a sacar fotos al recital de Miss Bolivia en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. Para los que no lo saben el espacio funciona en la Ex ESMA. Hasta ese día siempre había mirado la ESMA desde afuera. Casualmente había pasado unos días atrás caminando por fuera. La recorrí de punta a punta por la vereda desde la Avenida Crisólogo Larralde hasta la General Paz. Mi caminata se caracterizó por el silencio. Parece mentira que al recorrer ese trayecto, transitado por infinidad de autos y colectivos, los sonidos no me llaman la atención. En cambio, la reja y todo lo que está detrás, se erige inmóvil y desierto, como amenazante.

    El día del recital, llegué solo y caminé despacio por dentro. Esos pabellones con muchas entradas y pocas salidas dominan el paisaje. Las escaleras que bajan hasta una pequeña puerta que parece empotrada a la fuerza en el edificio me aprietan un poco el pecho. Camino casi sin desviarme, casi como con un tímido respeto, hasta llegar al Conti. Al entrar al edificio donde se encuentra el auditorio y la sala de exhibiciones, rápidamente me chocó el contraste. Un lugar lleno de luz, como que el cambio se sienta respecto de la densidad del aire que reina en el exterior.

    Lo que vino después fue mágico. Un grupo de gente que respira arte y buena onda. Gente amiga y gente que veo por primera vez en mi vida. Todos juntos. Tacitamente nos abrazamos con las miradas porque acá se vino a resignificar el horror. O como lo dijo Paz, a exorcizarlo.

    Al entrar al auditorio miré el piso. Ver los pisos originales poblados de miles de pedazos de madera fue un shock. Los pisos de la ESMA. Es como si pisarlos pudiera transmitirme parte del horror. La foto acá debajo lo retrata.

    El resto es historia. Miss Bolivia puso toda la fuerza que lleve en ese armónico pero escueto cuerpo y puso a todos a bailar. Esa energía copó el Haroldo Conti y la memoria se hizo presente. Porque nosotros podemos bailar en medio del horror. Y bailando cambiamos todo, pero sin olvidar nada.

    Y es por eso que puedo decir que entré a la ESMA y salí del Centro Cultural de la Memoria.

  • Andrea - 27 años - Capital Federal

    30 fue una muestra que la artista Andrea Fasani expuso en el Conti a mediados del año 2011.

    La muestra consistía en la recopilación de los recordatorios que los familiares de personas desaparecidas habían publicado en el diario Página 12 desde fines de la dictadura militar. 

    En un cuadernito Gloria, Fasani pegó los recordatorios de cada uno de los desaparecidos. Había un cuaderno por recordatorio. Y la idea (al menos principal) era que cada persona que visitara la muestra pudiera tomar un cuaderno y escribir repetidas veces en él el nombre de la persona desaparecida. En las paredes de la sala había una suerte de "padrón" con un listado de las personas desaparecidas y un número al lado que identificaba el cuadernito Gloria que le correspondía.

    Recuerdo perfectamente el primer día que vi esa muestra.

    Extensas hileras de cuadernitos Gloria de extendían en el suelo de la sala principal de Artes Visuales, armando una enorme alfombra naranja.

    Mientras recuerdo, me repito a mí misma: "30". Y pienso: "¿cuántas veces cabe 30 en 30 000? ¿ cuántas personas en el mundo tienen 30 años? ¿30, es el mismo número en Argentina, que en Japón por ejemplo? ¿Cómo se escribe 30 en francés?

    Me repito a mi misma: dos números 3 y 0, 30.

    Estoy parada en la entrada de la sala de Artes Visuales, me vuelvo de mis pensamientos, y a lo lejos, veo un hombre, que después de estar bastante tiempo revisando los cuadernos, apoya su cabeza contra la pared donde están colgadas las listas del "padrón". Lo miro. Escucho su llanto.

    Enseguida pienso en ofrecerle un vaso de agua y preguntarle si se siente bien.

    Pero me quedo quieta, no hago nada. Empiezo a entender que su llanto es mío también.

    En silencio, lloramos juntos. El no sabe de mi llanto (aunque si lo sabe).

    Abro la vista y reconozco las paredes de la sala de Artes ... y donde había un padrón, comienzo a ver un refugio.

    Pasan los días, y me quedo tranquila de que esas paredes todavía siguen ahí.

  • "Presentes" - Nana González

    Ya se están deshojando. No llevan más de dos semanas en las paredes de algunos edificios de lo que fuera el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio, ex ESMA. Sus autores pensaron esta acción artística, poética, jugando con el rápido daño que el tiempo puede producir sobre el papel. Son grandes afiches con los rostros de quienes en su adolescencia eterna, estuvieron detenidos en el lugar y luego desaparecidos. Nunca crecieron, los que tienen hijos esperan de ellos que crezcan y se vuelvan adultos. Ahí termina de alguna manera su labor. Para ser padre a su vez hay que dejar de ser hijo. Los chicos empapelados en el predio quedaron detenidos, como todos los muertos, cuando lo inexplicable puso fin a su vida.

    Lila Pastoriza, sobreviviente de la ex ESMA, recuerda el paso de uno de los chicos que integra la serie de fotos instalada por el GAC (Grupo de Arte Callejero). “¿Quién podía enviar a la muerte a un chico de 14 años? El día antes del Juicio a las Juntas, en Tribunales, alguien me dio un volante con su foto. ´Pablo Míguez, desaparecido´, decía.”

    En este mes de los jóvenes que se desarrolla como parte de la política impulsada por los nuevos miembros que componen el Órgano Ejecutivo del Espacio han concurrido muchos adolescentes, participando de diferentes actividades. Las fotos de esos rostros en blanco y negro los interrogan, nos interrogan a todos, los que trabajamos acá y aquellos que vienen de visita. Misma edad, imagino la instantánea identificación. “Yo podría ser…”, pero no.

    “Presentes” se llama la instalación. Ahora y siempre.