El Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti como espacio de derechos humanos, memoria y cultura propone acercar y dar a conocer experiencias de arte en territorio, fundamentalmente aquellas, en donde las prácticas artísticas ofrecen instancias transformadoras.
Las actividades vinculadas al arte desarrolladas en barrios, instituciones educativas y cárceles, entre otras, son un eslabón fundamental en el campo de la producción cultural. Indagar sobre sus modos de organización, producción y búsquedas creativas, desde una institución pública constituye un acontecimiento cultural que fortalece el trabajo en los territorios al mismo tiempo que ofrece la oportunidad de un encuentro entre la experiencia y el público.
Es una institución móvil con capacidades para desplegar y sostener actividades en múltiples lugares, generando un espacio donde realizarlas. Funciona como una infraestructura instantánea que transforma momentáneamente las condiciones de habitabilidad del entorno donde se instala. La iniciativa surgió a partir de las necesidades y deseos de la biblioteca de la Escuela Media Nro.6 Carlos Mugica del barrio de Retiro, de construir un corredor móvil de lectura que transitara los tres niveles que alberga el edificio: Inicial, Primaria y Media.
La villa 31 y 31 bis es una de los barrios informales más antiguos y poblados de la ciudad. Emplazada en una zona central de la ciudad en el barrio de Retiro, contigua a la terminal de ómnibus. Entre las falencias más notorias se encuentra la ausencia general de equipamiento público, en particular educativo. La escuela Carlos Múgica se encuentra en una zona de grandes edificios gubernamentales y es la única escuela a la que concurren exclusivamente chicos de la villa. Para llegar hasta ella los estudiantes deben atravesar varias avenidas de tránsito rápido y pesado.
La construcción y desarrollo de la Biblioteca caminante fue posible gracias a la activación de una valiosa red de vínculos - de trabajo y afecto, militancia y colaboración mutua - que fuimos construyendo a lo largo de los años desde nuestra tarea docente en el Club de Jóvenes, con las instituciones participantes y con colectivos de arte, arquitectura y urbanismo.
El Obrador de arte es un taller de artes visuales que funciona los sábados en la escuela, dentro del programa Club de jóvenes. Donde participan jóvenes de entre 12 y 18 años. Ellos son los autores, constructores y usuarios de la biblioteca. “- Una biblioteca que camina!” dijo Derlis el día que empezamos a dibujar ideas para aquella imaginaria biblioteca con patas. “- Que tenga parlantes!” dijo Dante, “- Podemos construirla sobre un carrito de supermercado” agregó Ana, “- y si le incorporamos una pantalla desplegable con un proyector para que también funcione como cine?” sumó Diego. Convocamos al colectivo de arquitectura asamblearia CAPA, para que nos ayudaran a diseñar y construir este dispositivo tan ambicioso. Y en el transcurso de cinco intensos meses lo logramos.
Reutilizamos una serie de pupitres abandonados que había en la escuela, para la estructura base. Calculando el tamaño de la biblioteca para que pudiera subirse a un tren, y así llevarla a otros barrios. En paralelo, invitamos al colectivo TURBA (Talleres de Urbanismo Buenos Aires) para armar un taller de mapeo en el Obrador. Y así surgió la idea de realizar un gran mapa colectivo del barrio, que además funcionara como una lona para sentarnos junto a la biblioteca. Ellos nos propusieron además, hacer pequeños mapas individuales sobre tela, que incorporamos como almohadones. El LAC (Laboratorio Audiovisual Comunitario) hizo el registro fotográfico y audiovisual.
El estreno de la biblioteca fue un lunes de diciembre de 2015. Los estudiantes del Obrador –que además asisten a la EEM Mugica- prepararon una actividad de narración oral para realizar con los chicos de 7mo grado de la primaria. Y aquí se sumó otro colectivo invitado: el grupo de narración oral Verde Violeta –quienes estuvieron a cargo de dicho taller-.
El primer viaje de la biblioteca fue atravesar la puerta que divide primaria de secundaria para desplegarla en el patio durante una clase, donde los jóvenes narraron un cuento, mientras los estudiantes de 7mo disfrutaban del relato, sentados y recostados sobre mapas-lonas y almohadones. En el recreo, la biblioteca permaneció abierta. Niñxs de todas las edades se acercaron a este espacio raro y nuevo, atraídos por su curiosidad. Pidieron libros, la bibliotecaria no podía disimular su sonrisa. Al tocar el timbre de fin de recreo preguntaron: “- En el recreo que viene, van a estar?” “-Cuándo vuelven?”.
Coordinación General, talleres y producción: Programa Club de Jóvenes (Julia Masvernat, Diego Posadas, Ana Tsitso, Héctor Vega). Talleres de arquitectura, construcción y producción: CAPA (Colectivo de Arquitectura Pública Asamblearia), Ariel Jacubovich. Taller de Mapeo colectivo y estampados textiles: TURBA (Pablo Vitale, Javier Samaniego, Diego Danei). Documentación audiovisual: LAC Laboratorio Audiovisual Comunitario (Diego Posadas, Diego Oneto, Diego Briata). Instituciones patrocinantes: Escuela EEM 6 DE1 Padre Carlos Mugica (Bibliotecaria: Liliana Sajtroch) + Club de Jóvenes Ministerio de Educación de C.A.B.A. + Programa Aprender Trabajando C.A.B.A. + CAPA Colectivo Arquitectura Pública Asamblearia. Colaboradores: Taller de diseño Tramando, Dra. Eva Ponce De León, colectivo Verde Violeta. Participantes de los talleres: Rodrigo Bogado, Agustín Sosa, Jonatan Cardozo, Mariano Vizarraga, Derlis Silva, Karen Ledesma, José Luis Ricoedo, Daisy Crambar, Coni Arciénaga, Luis Bogado, Noelia Sosa, Lucía Arciénaga, Natalia Coronel, Fiorella La Rosa, Junior Amador Garayar, Natalia Fernández, Dante Barreto, Liliana Espinoza, Verónica Montaño, Yunitza Ledesma, Nadia de los Santos, Noelia Gavilán, Maribel Montaño.
Acciones territoriales del Conti
El Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti desarrolla una línea de trabajo con propuestas culturales que dan lugar a experiencias enriquecedoras de la vida comunitaria, a través del arte como herramienta problematizadora de situaciones de vulneración de derechos económicos, sociales y culturales, como un canal de transformación de la vida individual y colectiva. Entendiendo al territorio como espacio de disputa, consenso y construcción de vínculos y prácticas sociales, estas acciones buscan incorporar nuevas voces al proceso de construcción de Memoria y de una cultura de Derechos Humanos.
En los últimos años, desde el Conti hemos realizado distintas acciones territoriales en el Barrio Mitre de Saavedra:
- Taller de Historieta para niños, niñas y adolescentes, donde exploraron el género, crearon personajes y desarrollaron sus universos cotidianos e imaginarios con una herramienta de expresión simple
- Taller de Fotografía y Fútbol, en el que experimentamos los primeros aspectos técnicos y géneros fotográficos
-Jornada de Fotografía e Identidad, dirigida a familias que quisieran recuperar algunas de sus fotografías dañadas por las inundaciones
-Taller de Fotografía y Panadería, atravesado por diferentes dimensiones desde la práctica colectiva del taller de panadería hasta las nociones técnicas y estéticas de una producción fotográfica en este ámbito.
Además, participamos con los chicos y chicas que asisten a la Juegoteca produciendo fotografías sobre derechos de niños, niñas y adolescentes en el concurso “Fotografiame un Derecho” de la Fundación Hospitalaria. En todos los casos, apuntamos a ir construyendo en conjunto una identidad y una mirada propia de los habitantes del Barrio.
Es un pabellón artístico, una forma institucional y una instalación. Es un pabellón artístico hecho con frazadas para alojar, compartir y liberar experiencias del CUSAM, proyecto educativo en contexto de encierro. Se construye y funciona con personas que estuvieron privadas de su libertad y quienes se sumen a participar. El Pabellón es una construcción precaria y nómade que se monta a través del intercambio de frazadas que la comunidad aporta para ser intercambiada por una frazada vieja de un estudiante del Cusam, ubicado en la Unidad Penal 48º de José León Suárez. Se instala temporalmente y construye un ambiente de encuentro creativo, un espacio maleable y libre para ser habitado y apropiado. Genera su propia programación a través de: talleres artístico-tumberos, conversaciones, cuentos, alfabetización, siestas, conferencias, mateadas, exposiciones, recitales, hip hop, obras de teatro, performances. Se interesa por dar lugar, visibilidad, formulación y tratamiento artístico a los problemas de contexto, especialmente de encierro. Nace con el objetivo de compartir las producciones artísticas y pedagógicas del CUSAM y generar nuevos vínculos. El Pabellón, con su estructura precaria y mudable de frazadas, se transforma en instituciones según las necesidades: centro cultural, universidad, museo, guardería, teatro, biblioteca y feria, etc. El pabellón se construye y funciona con la ayuda de la comunidad, habitantes del barrio, asociaciones culturales y artistas locales. Luego de su estación en el querido Conti, con todo el apoyo y envión del equipo de visuales, sigue su viaje a donde lo reciban y necesiten...
Es un proyecto cultural y social que se propone como plataforma de vinculación e intercambio entre dos ámbitos de la sociedad que suelen estar mutuamente excluidos: las artes visuales y los sectores socioeconómicos más bajos. Como todo enroque, implica dos movimientos. El primero de ellos es el desarrollo de un taller de artes visuales para jóvenes en situación de calle y recuperación de adicciones, radicado en la villa 1.11.14 de bajo Flores; el segundo es el traslado de la obra producida a la institución-arte, para su exhibición.
El taller persigue el objetivo de compartir una experiencia de aprendizaje entre profesores y alumnos, en un proceso de reconocimiento y autoconocimiento que puede ser transformador tanto a nivel individual como colectivo. El potencial del arte en el territorio reside en su capacidad para generar representaciones afirmativas, poderosas. En este sentido, el fin es descubrir juntos herramientas para la reflexión y la expresión sensible de los propios modos de percibir, pensar y sentir la realidad, como asimismo para resignificarla como paso necesario para su transformación.
La exhibición de la obra producida, en tanto instancia inherente al proyecto, resulta una oportunidad para desvelar la memoria visual de una población que no sólo está en una condición de marginalidad radical, sino además en un tratamiento de adicciones que implica una búsqueda crítica de la identidad. Persigue así el sentido de contribuir a la reparación de vínculos sociales históricamente rotos, permitiendo que los alumnos ejerzan, de una forma efectiva y socialmente valorada, su derecho a la expresión.
Es un espacio de arte cooperativo y autogestivo, ubicado a 40 km de C.A.B.A., forma parte del tercer cordón del conurbano. Instalado en un barrio que no cuenta con los servicios básicos como cloacas, red de agua potable, ni gas natural, en su mayoría las calles son de tierra e inundables, de difícil acceso al transporte público y la infraestructura de las casas es precaria.
Desde Proyecto La Estrella abordamos diversas problemáticas como la exclusión social y la desigualdad de posibilidades, entre otras. En el intento de abordarlas realizamos talleres artísticos gratuitos y semanales que abarcan tanto un público adolescente-joven, como adulto.
Los mismos permiten generar vínculos y un lugar de pertenencia, desde la propia identidad del territorio. Desde la creatividad se fomenta la inclusión, la integración en la diversidad, y desde el acceso a las nuevas tecnologías la visibilidad e igualdad de oportunidades.
En la cotidianeidad los talleres y actividades son guiadas por profesores territoriales, miembros de la comunidad del barrio, quienes administran el espacio físico para su uso.
Los talleres son definidos a demanda de los vecinos, y se modifican según las propuestas de los mismos y de la disponibilidad de recursos humanos voluntarios.
Zona Imaginaria es un proyecto comunitario sin fines de lucro establecido en Villa Jardín, San Fernando, Buenos Aires en 2008. ZI promueve la integración entre jóvenes del barrio y artistas visitanteshacia un desarrollo creativo y sustentable para las nuevas generaciones de la comunidad de Villa Jardín. Un 18 de octubre, Zona abrió sus puertas al barrio, a la ciudad, al mundo, preguntando ¿Quién puede vivir en esta casa?. Desde entonces, alrededor de 90 artistas nacionales e internacionales y 40 niños y jóvenes del barrio demostraron que la convivencia y la comunicación profunda en esta Zona Imaginaria es posible.
El programa Pequeños Aprendices es el corazón de esta iniciativa. A través de talleres y proyectos colaborativos, el diálogo y la interacción entre visitantes y locales ha nutrido e inspirado, en una especie de partido amistoso, el proceso creativo de ambos. Estas experiencias generaron una reflexión significativa hacia la construcción de puentes sólidos entre diferentes sectores sociales, nacionalidades, lenguajes y perspectivas culturales. A lo largo de su historia, ZI ha sido testigo de múltiples colaboraciones entre artistas residentes y la comunidad joven del barrio. Sucesivos proyectos revelaron que esta Zona creativa, que comenzó como Imaginaria, se transformó en una zona muy concreta; un nido que sostiene con convicción el imaginario de quienes la habitan.
Los niños crecen, y los primeros habitantes de Zona, ya adolescentes, inspirados por la dinámica en los talleres de Zona, manifestaron un profundo interés por la fotografía. Así nació Zona en Foco. Con el objetivo de ofrecer talleres de fotografía semanales gratuitos a los adolescentes de Villa Jardín, esta nueva zona dio origen a colaboraciones con artistas visitantes en proyectos en-focados en la interacción con la comunidad. Los trabajos presentados en esta oportunidad reflejan el fruto de estas conversaciones entre diferentes formas de mirar.
