Moralamoralinmoral propone un ensayo de prueba y error en la búsqueda de respuestas a inquietudes sobre la moral y las formas contemporáneas de composición escénica. ¿Qué está bien?, ¿qué está mal?, ¿qué está permitido?, ¿se puede resignificar el sentido de las cosas?, ¿llevar un tema a la escena es opinar sobre el mismo?, ¿se puede construir un relato único a través de la sucesión de escenas que aparentan no tener relación entre sí? La obra es un cliché de la realidad en constante acumulación. Se construye hasta llegar a la inevitable destrucción de sus escenas en el intento de vaciar y resignificar la moral. Arma su estructura a partir del cuerpo de sus intérpretes, es decir que son los cuerpos y es en ellos en donde se construye el relato. Cuerpos que se exponen, modifican, vibran, tensionan, agotan y hablan. La acumulación, el exceso y sus efectos funcionan como motor fundamental de la pieza donde el relato total y la dramaturgia de la misma no están en los temas de los que habla sino en aquello que parece ir por detrás. Abordada desde el humor, permite despojar de prejuicios la exposición despreocupada de sus intérpretes. Entre globos y guirnaldas Moralamoralinmoral empieza, termina y aún no sabemos si asistimos a una fiesta o a un funeral.