Nazareno es un tránsito desde la danza de la película de Leonardo Favio Nazareno Cruz y el lobo. La música se compone de segmentos de la banda de sonido de la película, así como también por temas de Leonardo Favio compuestos e interpretados por él.

Pertenezco a la generación que vio el estreno de esta película tan nodal en la cultura argentina. Personalmente, me sentí muy interpelada por esta obra; no sólo porque la narración respondía a una de nuestras leyendas autóctonas más conocidas, sino también por su estética, de una gran belleza poética. Es así que casi 40 años después y ya fallecido Leonardo Favio, tuve el irrefrenable impulso de intervenirla desde lo coreográfico. Así como Favio se acercó a la danza en su último film, Aniceto, convocando a un reconocido bailarín internacional, Hernán Piquín, y a dos primeras bailarinas del Teatro Colón, Natalia Pelayo y Alejandra Baldoni, para protagonizarla, también entendí que era posible invertir la dirección de esa relación y, desde la danza, acercarse a su universo, a sus historias, a su poesía y a su música.