El trabajo aborda algunas de las múltiples situaciones que plantean cinco de las más grandes obras de Dostoievski (Crimen y Castigo, Los Hermanos Karamazov, El idiota, El jugador y Memorias del Subsuelo).

Son once los personajes que nos cuentan “Días rusos”: el joven estudiante Raskolnikov de Crimen y castigo, cuya firme creencia en que los fines humanitarios justifican la maldad, conduciéndolo a cometer un crimen, y su relación con la frágil Sonia, una joven trabajadora local. Otra de las historias es la del príncipe Mishkin de El idiota, ejemplo de candor, mansedumbre y honradez, a quien lo toman por idiota o, en el mejor de los casos, por un hombre enfermo, a causa de su epilepsia. El pobre príncipe y la relación triangular que establece con Nastasia Fillipovna y Rogozhin terminan devastándolo. Fiódor Karamázov, el padre en la famosa novela homónima, es un ser ruin, avaro, cínico y libertino. En la obra se aborda el vínculo con su primogénito, Dimitri, signado por el odio, la desconfianza, los celos y la competencia por obtener el amor de una jóven llamada Gruchenka. Ese enfrentamiento los lleva a un desenlace pasional y sangriento, en el que Katia Ivanovna (prometida de Dimitri) tiene gran participación. Por último los personajes de Iván y Lisa, de Memorias del subsuelo, nos muestran que la mezquindad humana es inevitable pero, a veces, es motivo de unión entre las personas desamparadas.
Los temas que resuenan en toda la obra de Dostoievski forman parte del entramado del espectáculo. Resuenan temas existenciales que atormentan al ser humano desde tiempos inmemoriales, como las adicciones, el amor, la culpa, la muerte, la existencia de dios, la fe y la falta de fe, el odio, el deseo, la organización social y sus defecciones, los celos. Las situaciones que plantea son conmovedoras y ahondan en las emociones de todo ser humano. En una época frivolizada, superficial y de dificultad para establecer vínculos entre las personas como la que nos toca vivir, un material que pueda conmover e indagar en el alma del espectador cobra un valor sumamente importante y especial. Dostoievski nos entiende, nos habla, nos conmueve y nos ayuda a pensarnos.