La exposición muestra el trabajo realizado por la CONADEP antes de redactar el mítico informe.
La selección de más de 500 documentos propone un recorrido en el que, a partir de sus papeles de trabajo, el archivo se cuenta a sí mismo. Se exhiben los rastros cotidianos de las tareas, los testimonios, los avances y retrocesos de esta investigación clave para la recomposición de la democracia.
El recorrido invita también a reflexionar en torno a la potencia de los documentos del pasado. Si el pasado puede ser recuperado y dotado de significado de manera cambiante de acuerdo a la dinámica política y cultural del presente, los archivos son el enclave de estas significaciones. Sus documentos no dejan de ser, nunca, una herramienta del presente.
A finales de septiembre de 1984, la Comisión Nacional de Personas, CONADEP, terminó las tareas de investigación encargadas por el presidente Raúl Alfonsín y entregó el fruto de ese trabajo: el informe Nunca más. En ese acto, se creaba también un archivo público sobre la represión ejercida por del terrorismo de Estado entre el 1976 y 1983.
La CONADEP había recabado y sistematizado en tiempo récord -tan solo nueve meses- la información brindada por los organismos de Derechos Humanos, los sobrevivientes y los familiares de las víctimas; había tomado testimonios y generado documentación propia. Más de cincuenta mil folios constituían el material probatorio para el inminente juicio a las juntas militares, e inauguraban una nueva narrativa sobre la violencia política en nuestra región.
Se dice que una vez finalizada la tarea, las puertas de las oficinas que albergaban a la CONADEP se cerraron y no volvieron a abrirse ni siquiera para que sus integrantes recuperen sus pertenencias. Los papeles quedaron intactos desde el último día de trabajo, listos para ser entregados sin ningún tipo de intervención. Dentro de este gran cúmulo de materiales, quedaron también los documentos menores, los papeles administrativos que habían sido las herramientas dadas por el Estado para generar pruebas de la violencia y los crímenes de la dictadura que recién finalizaba. Actas, cartas, listas, cuestionarios, declaraciones y resoluciones integran hoy la parte menos conocida y visitada de este archivo, aquella que permitió construir una matriz sobre la cual legitimar y exigir la búsqueda de verdad y justicia.
Luciana Delfabro (Buenos Aires, 1980) es Lic. en Artes por la Universidad de Buenos Aires. Ha cursado el máster en Comunicación en Cultura (UBA) y obtenido una especialización en edición SIALE España. Desde 2008, dirige el sello editorial Planta editora, dedicado a la publicación de libros ilustrados por artistas y trabaja en el el armado de exposiciones. Actualmente trabaja en la curaduría y desarrollo de exposiciones para el Ministerio de Cultura de la Nación y de manera independiente.