Este mayo se cumplen cincuenta años de las protestas estudiantiles y las huelgas posteriores que en 1968 dominaron la escena política francesa, y que formaron parte de un conjunto más amplio de factores culturales que se extendieron por todo el mundo a finales de los años sesenta: un espíritu de agitación, de disidencia y de oposición al capitalismo, la sociedad de consumo y el imperialismo occidental.

Más que cualquier otra forma de arte, el cine capturó el espíritu de aquella época. Los realizadores cinematográficos registraron las convulsiones del momento, sirviendo como catalizadores y contribuyendo a dar forma a los debates posteriores. Al mismo tiempo, los paroxismos políticos y culturales de la época fueron acompañados de importantes cambios en el lenguaje cinematográfico, transformaciones que sobrepasaron las fronteras nacionales y que se valieron de un impulso similar: desafiar al público a pensar y ver de manera diferente.

Redescubrir cincuenta años más tarde algunas de las producciones cinematográficas de finales de los sesenta sorprende por su crudeza, su urgencia, su innovación, en definitiva, por su reflejo duradero de una época.

Todo va bien

En la Francia de finales de los sesenta, un matrimonio en crisis, en una sociedad en crisis, se queda atrapado en una fábrica debido a una huelga de los trabajadores. Godard denuncia la sociedad de consumo masivo y se pregunta por el rol del cine en una época de profunda agitación social.

Medium cool

Un periodista de televisión se ve envuelto en los violentos episodios que irrumpen en la Convención Demócrata de 1968. El film de Haskell Wexler reflexiona sobre la política norteamericana de finales de los sesenta y el rol de los medios de comunicación.

La oreja

Praga en la década de 1950. Ludvik, un alto funcionario del partido comunista, comienza a sospechar que podría sufrir el mismo destino que varios de sus compañeros, quienes han sido arrestados. Prohibida por su denuncia de las prácticas estalinistas del régimen checoslovaco, esta película de Karel Kachyna fue estrenada recién en 1990.

Tierra en trance

Eldorado es un país ficticio latinoamericano donde dos políticos, el populista Felipe Vieira y el conservador Porfirio Díaz, luchan por el poder en una compleja realidad tropical donde nada es lo que parece. Glauber Rocha disecciona el delirio del poder y la demagogia de la política en un fresco metafórico de la realidad latinoamericana del momento.

Con el auspicio de la Embajada de Brasil