La conmemoración de los 80 años de la transmisión radial de La guerra de los mundos, realizada por el joven Orson Welles y el Teatro Mercury -que causara pánico en parte de la población de Nueva York y Nueva Jersey en octubre de 1938- nos motivó a pensar y darle forma a este ciclo de cine.

Científicos locos y demiurgos del mal; viajes a través del tiempo y del espacio; mundos futuros y paralelos; pánico a la explosión nuclear, al invasor extraterrestre o al peligro comunista; odiseas; hombres menguantes, zombies, Godzillas o Frankensteins; máquinas que se rebelan; aliens, ciborgs o replicantes; utopías y distopías: he aquí algunos de los tópicos que fueron configurando el género y su imaginario y que buscaremos, en parte, homenajear a través de estas cuatro películas que presentaremos durante el mes de octubre.

La invasión de los usurpadores de cuerpos

En una pequeña ciudad de California empiezan a suceder cosas muy extrañas: el comportamiento de algunas personas cambia de tal manera que causa estupor e incluso miedo entre sus parientes y amigos. Clásico de la ciencia ficción de los años cincuenta, la película de Don Siegel tuvo múltiples lecturas sociales y políticas en el contexto de un recrudecimiento de la Guerra Fría.

Alphaville

Un agente secreto es enviado a la lejana ciudad espacial de Alphaville. Su misión consiste en encontrar a otro agente que ha desaparecido y recabar información sobre la súper computadora que comanda la vida de los habitantes de la ciudad. Alphaville es una de las obras máximas de Godard, una reflexión sobre el peligroso avance de la tecnificación de nuestras vidas.

Solaris

Un científico es enviado a la estación espacial de un remoto planeta cubierto totalmente de agua para investigar la misteriosa muerte de un médico. Adaptación del clásico de ciencia-ficción del escritor polaco Stanislaw Lem, el film de Tarkovsky es una emotiva reflexión sobre la humanidad, el amor y la naturaleza desconocida del universo.

Brazil

Sam Lowry es un tecnócrata en una extraña sociedad futurista dominada por una omnipresente burocracia. Cuando intenta rectificar un error administrativo, su vida dará un giro inesperado. Esta película de Terry Gilliam ha sido descripta como una celebración de su singular visión creativa y de su ilimitada imaginación, pero también como una sátira de nuestras sociedades contemporáneas.