Durante la última Dictadura cívico-militar, en el Destacamento de Arana funcionó un centro clandestino, en el que se estima estuvieron secuestradas unas doscientas personas, la mayoría de las cuales fueron asesinadas o permanecen desaparecidas. Dependía de la Dirección de Investigaciones de la Policía de la provincia de Buenos Aires, y operó bajo la órbita del Área 113, formando parte del "Circuito Camps".
En 2008, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) halló restos óseos calcinados en los fondos del destacamento, primera evidencia científica de enterramientos clandestinos en un centro de detención.