En una ciudad donde abundan viviendas vacías, dos hombres habitan una casa, que solía pertenecer a una vieja dama, rodeados del lujo de antaño y olor a humedad. Añejos y gastados. El espectáculo es un constante espiritismo de objetos, vinculado con los fantasmas que habitan en las cosas.
Una producción circense y teatral, en la que a partir de vasos y botellas, las características y las diferentes relaciones de ambos personajes desarrollan un lenguaje totalmente gestual, cómico, particular y propio.
Intérpretes: Claudio Daniel Dorigo, Eleazar David Fanjul, Malén Meazza Maté, Aylin Belen Acuña, León Tendler / Comunicación y producción: Malén Meazza Maté
Esta obra fue seleccionada en la Convocatoria de Teatro / Programación 2022 en la Línea Adultxs
Sobre Los Santos
Somos amigos desde muchos años antes de empezar con Los Santos y conociendo nuestra mútua afinidad por los vasos y las botellas comenzamos a jugar con estos objetos sobre una mesa de madera, uno sentado enfrente del otro, intercambiando botellas vacías, de mano en mano, de muchas formas diferentes. Malabarismos. Equilibrios de botellas unas sobre otras, “Hasta el techo” nos decíamos, nos reíamos muchísimo, con la tensión y miedo a que se rompieran, hasta que se rompían y uno iba a buscar la escoba y la pala. Este tipo de actividad la realizamos 2 veces por semana, durante 1 año y medio. Hasta que un día, Gari de “tangorditos”, nos invitó a su local, Karl se ofrecía a dirigirnos y todo encajó. Trabajamos una semana con él, en la Nave Espacial (Centro Social Okupado en el Poblenou de Barcelona) cada día unas 3 o 4 horas, y aquí empezó el misterio. Karl se reía, y nosotros muy concentrados en nuestros personajes nos mirábamos y nos decíamos con los ojos, “de qué se ríen estos”… Durante los primeros 5 o 10 shows, no entendíamos de qué se reía el público. El montaje o la creación del espectáculo, el desarrollo de esta idea, comenzó mucho más acotada, desprovista de detalles, improvisada y silenciosa, aunque más técnica y menos orgánica. Hoy 13 años después en cada función seguimos encontrando detalles, y nuevas perspectivas e ideas que dan mucho sentido a la tontería, a nuestra propia imbecilidad, que nos hace reír tanto. De esa semana de creación, coincidieron muchas cosas. La amistad, la necesidad de algo nuevo y la pasión por ese tipo de humor que no veíamos en ningún lado y que a nosotros nos encantaba.
