Vestigios, señal o huella de algo o alguien que ha pasado o ha desaparecido.
Medea con su nodriza.
Carmen junto a sus amigas Frasquita y Merceditas.
La juglara, la lavandera, la niña y la Maldita. Todas ellas han sido silenciadas, exiliadas, estigmatizadas y olvidadas por la voz del Macho… (Y junto a ellas una horda de personajes que no nos alcanzaría el tiempo para nombrarlas).
Este es un espectáculo que a través de la tragicomedia, el clown, la ópera y el absurdo, pone en el centro de la escena el rol histórico de «La mala víctima» que la sociedad ha impuesto a mujeres cis y disidencias sexuales.
Esta obra fue seleccionada en la Convocatoria de Teatro / Programación 2022 en la Línea Adultxs
Gemma Ríos Actriz (Cantante) / Luchi de Gyldenfeldt Actriz (Cantante) / Carmín Lupe Actriz (Cantante) / Ferni de Gyldenfeldt (Actriz, Cantante) / Ana Camil Bartolomé Eguiguren (Guitarra sutilmente amplificada) / Denn Terciopelo (Luces, puesta)
Es un dúo de Buenos Aires, conformado por Gemma Ríos y Carmín Lupe, ambas creadoras, intérpretes, gestoras, productoras y directoras de dicho proyecto desde 2013.
Los contenidos de sus presentaciones suelen mezclar humor, el “Drama Queen” que caracteriza su mariconeo, universos tragicómicos de abanicos que suenan, encarnando frente al público a una gran diversidad de personajes, mujeres cis y disidencias sexo-genéricas. Aunque también se dejan ver a ellas mismas, siendo simplemente Lupe y Frenesí, en un viaje de Travesía donde dejan a carne viva poemas de autoría propia. O exponen sus sexos lastimados reivindicando los sentidos erógenos que salen por los poros a Flor de piel; jugando a ser deseantes, como una reparación histórica al haber quedado por fuera del mercado del Deseo, por gorda, por negra, por trava sin tetas, por conurbana, por boliviana, por afeminadas traicioneras de la masculinidad impuesta.
Es una propuesta musical teatral disidente que viene a preguntarnos qué pasa con la herencia cultural de los últimos 200 años a este tiempo. Las gemelas Ferni y Luchi de Gyldenfeldt se montan para prestar sus voces a una amplia variedad de arias, dúos de cámara, ópera y música popular problematizando y poniendo en evidencia las lecturas tradicionales sobre el binarismo de género y vínculos en la historia de la humanidad.