¿Qué historias nos cuentan los objetos? ¿Qué es lo que perdura a pesar del paso del tiempo? ¿Qué huellas se pueden observar?
Un recorrido que se construye como un deambular por el tiempo, en los guiños, las marcas, las referencias y los descubrimientos. Un hierro oxidado que se expande en el espacio y nos retrotrae a historias de fábricas cerradas, un piano que navega o ha naufragado en su desolación, un archivo público como sÃntoma para rever lo que se ha conservado y guardado por tan bueno o por tan malo, una mano atrapando el tiempo en el dibujo de un bombardeo, un video sobre la presencia y la ausencia de la luz.
Texto curatorial - por Adriana Carrizo
El ser que tiene una forma domina los milenios. Toda forma guarda una vida. El fósil no es ya simplemente un ser que ha vivido, es un ser que vive todavÃa, dormido en su forma
Como un gigantesco organismo generado por la instalación, el video, el sonido, la fotografÃa y el dibujo, el espacio deviene un escenario de incertidumbres. Los objetos instalados se integran con relatos individuales que responden a momentos distintos. La materia sedimentada, adherida en las superficies se extiende. Los tiempos anacrónicos se reúnen en el lugar, en las mismas obras. Si bien todo es objetual, hay una aventura de la apariencia, un sentir de latencias que resuenan desde lejos, como ecos oxidados de viejos objetos, de viejos lugares que resisten su definitiva desaparición.
Asà Aveta nos va presentando parte de sus últimas obras, cuatro instalaciones, dos videos, fotografÃas y dibujos. Un conjunto de micromundos, esferas que como planetas, laten independientes, con vida propia. El recorrido se construye como un deambular por el tiempo, en los guiños, las marcas, las referencias y los descubrimientos que el artista nos va ofreciendo. Un hierro oxidado se expande en el espacio, un piano que navega o ha naufragado en su desolación, un archivo como sÃntoma para rever lo que se ha conservado y guardado por tan bueno o por tan malo, una mano atrapando el tiempo en el dibujo de un bombardeo, un video…
Mezcla de elementos autobiográficos y de ficción. Puntos fijos aislados en el tiempo y el lugar. Objetos e imágenes que se integran y multiplican su discurso.
En estas materias infinitamente múltiples sobrevive el simple pulso vital tanto de los objetos como del pensamiento subjetivo de ellos y Aveta como su hacedor nos va abriendo páginas de un libro que se re-escribe Ãntimamente para cada uno de nosotros en sentidos diferentes. No es casual encontrar, en este camino que nos propone, indicios de sus formas de trabajo: él siempre los deja y en ese simple detalle nos atrapa buscando descifrar su lúdica forma de velar lo triste con lo bello.
¿El espacio y el objeto determinan un tiempo o el tiempo determina un espacio y un objeto? PodrÃa ser la pregunta que nos hacemos, pero nada aquà es excluyente, todo se constituye a favor de la suma que probablemente nos devuelva un numero primo y, en tal caso, será solo divisible por si mismo, como tal vez sucede con estas obras.
Sobre las obras
Hércules
Instalada en el espacio, esta viga de hierro extraÃda de la cementera Dumesnil, dibuja una lÃnea ondulante, como una carretera hacia otro tiempo. Construida por Aveta a partir de los pliegues de los impactos del derrumbe de aquel monstruo enclavado en las sierras, es otro extracto de uno de sus espacios sustraÃbles, aquà ya no fotografÃa, sino objeto, cuerpo, materia. La fuerza de la imagen, mas allá de la rigidez del hierro perdida en su contorsión, sea tal vez la semejanza de tantas otras, actuales, que miramos todos los dÃas. El pájaro siempre en vigilia, algo observa.
SÃntomas
Las puertas son todo un cosmos de lo entreabierto. Las puertas nos despiertan dos direcciones simbólicas, sin embargo en esta instalación Aveta les da otro sentido, las convierte en muros de un recorrido hacia el encuentro con el «ser» de un espacio. Paredes internas, sobreviven, construyen, sin hablar, cuentan, erigen un catastro interno, un cuasi topoanálisis social.
El sÃntoma aparece, da a ver y comunica una falla. La imagen en ese dar a ver es el sÃntoma. El artista es allà su constructor, nos acerca (en los malos estados) a preguntarnos qué paso y qué pasa. El tiempo abre o cierra puertas según desde donde ubiquemos nuestros ojos. La visión, la mirada como guÃa sensible frente a una obra, recompone y descompone tiempos y espacios, da sentido al sentir.
Océano
Un viejo piano que recuerda en los sonidos que emite su traslado hacia América. Un tiempo suspendido en el medio de la noche, un sonido nocturno de incertidumbre que se repite infinito como el océano, remiten a un instante de soledad absoluto. El objeto desmembrado como barco y su canto.
Tracción a sangre
Aveta compone videos, no filma. Los compone fotograma a fotograma, sometiéndolos a la alquimia de su emulsión mágica, de su tónico para hacer desaparecer. Edita algo que jamás fue filmado. Echa a rodar las fotografÃas para que aparezcan como imágenes en movimiento. Sin embargo, se trata de un movimiento ficticio, contrahecho y torpe. No hay gracia alguna en el movimiento de los cuerpos que han comenzado a aparecer en las fotografÃas. Se trata de cuerpos sobrevivientes, espantados, el reverso de cualquier estética publicitaria. (Mariano Horenstein, "Espacios Sustraibles")
Sudán-Chad
Una imagen gigante se adhiere a los muros como una gran pantalla. Es la fotografÃa de un dibujo que Aveta realizó con cenizas, arcilla, grafitos, óxidos... Otra vez mas la imagen de archivo se ha vuelto en sus manos materia, objeto. Es el camino hacia una salida para miles de personas. Solo el punto desde donde el artista nos hace posar la mirada puede abarcar tanta distancia, en todos sus sentidos posibles.
Hugo Aveta nació en Córdoba en 1965. Estudió cine y arquitectura, para luego dedicarse a la fotografÃa. Sus obras comienzan a exhibirse en la muestra FotografÃa argentina. La joven Generación organizada por el Museo Nacional de Bellas Artes y fueron publicadas en FotografÃa Argentina Actual Dos en los primeros años de la década de los noventa. La II Bienal de arte del MERCOSUR lo incluye como participante y continua su carrera con diversas exhibiciones individuales y colectivas en las ciudades de Buenos Aires (Museo Nacional de Bellas Artes, Centro Cultural Recoleta, Alianza Francesa, MARC, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Museo Municipal de Bellas Artes Eduardo SÃvori), Rosario (Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, Museo de Arte Contemporáneo de Rosario), Córdoba (GalerÃa Martorelli Gasser, Museo Provincial de Bellas Aires Emilio Caraffa) Santa Fe y en el exterior: Francia, Alemania, Bélgica, Brasil, Paraguay, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guatemala, Uruguay.
Poseen obra de su autoria el Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Museo de Arte Contemporáneo de Rosario, Museo Provincial de Bellas Artes Juan B. Castagnino de Rosario, Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa de Córdoba, Museo de Arte Contemporáneo de Salta, Musée du Quai Branly de Paris, Museum of Latin American Art (Long Beach, California) FNAC Fondo Naciomal de arte Contemporaneo, Francia y colecciones privadas de Argentina, Brasil, Estados Unidos, España, Francia y Alemania.
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Luciana Estévez - Romina Casas - Bárbara Komarovsky
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