Pintor, dibujante y grabador nacido en Tunuyán (Provincia de Mendoza) en 1929. Comenzó su carrera artÃstica con obras cercanas al realismo social, inclinándose hacia formas cada vez más libres y expresivas, que más tarde lo conectaron con el Nuevo Realismo. Artista comprometido con la realidad, prestó siempre mucha atención a su entorno, registrando las vicisitudes polÃticas y sociales de la Argentina.
Cursó sus estudios de arte en la Academia de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza (1944), donde recibió su primer premio. También estudió pintura con Ramón Gómez Cornet y Francisco Bernareggi, asà como escultura con Lorenzo DomÃnguez y grabado con Sergio Sergi y VÃctor Delhez. En esa época, Alonso comenzó a militar en el Partido Comunista de Mendoza. En 1949 ya habÃa realizado su primera muestra individual en la GalerÃa Jiménez de la capital mendocina.
En 1950 se trasladó a Tucumán, donde tuvo la oportunidad de estudiar pintura con Lino Enea Spilimbergo en el Teatro de Belgrano, entre otros. En 1951 ganó el primer premio del Salón de Pintura de San Rafael (Mendoza), el del Salón del Norte (Santiago del Estero) y el de dibujo en el Salón del Norte (Tucumán). En 1954 viajó a Europa, donde recorrió varios museos y estudió a muchos de los maestros que admiraba. Además, expuso en ParÃs y en Madrid y, en 1959, ganó el concurso organizado por la Editorial Emecé para ilustrar la segunda parte de El Quijote de la Mancha (la primera habÃa estado a cargo de Salvador DalÃ) y MartÃn Fierro de José Hernández. Poco después, obtuvo el Premio Chantal del Salón de Acuarelistas y Grabadores de Buenos Aires.
Poco a poco fue consolidando su fama en el paÃs y en el exterior. Realizó numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas. A partir de 1965, emprendió numerosos viajes al extranjero, donde expuso su obra y obtuvo éxitos de público y de crÃticas. En 1968, Alonso integró la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos (SAAP), donde expresó sus preocupaciones artÃsticas y militantes. A partir del fusilamiento del Che Guevara, participó en la organización de varias muestras: "El Che vive" (que fue clausurada poco después de su inauguración), "Villa Quinteros también es América" (referida a la represión policial que sufrieron los habitantes de la zona al protestar por el cierre definitivo de un ingenio azucarero) y "Malvenido Mr. Rockefeller" (en relación con la visita de Nelson Rockefeller a Argentina).
En esos años, prosiguió su tarea como ilustrador de diversos libros, que compaginó con la realización de cuadros y el compromiso polÃtico. Viajó a Florencia, donde trabajó en la ilustración de La Divina Comedia de Dante Alighieri, relacionando los diferentes pasajes del Infierno con las penurias que se sufrÃan en las villa miseria argentinas, asà como en Vietnam y Santo Domingo. El libro nunca llegó a publicarse, aunque al regresar a Buenos Aires tuvo la oportunidad de exponer toda la serie de dibujos en la Art Gallery International. Asimismo, ilustró el Romancero criollo, AntologÃa de Juan, Juguete rabioso, Lección de anatomÃa y Mano a mano.
En la década del 70´, Alonso se trasladó a Roma, donde participó del nuevo realismo italiano. Además, integró el Grupo HegemonÃa junto con otros pintores italianos independientes de izquierda, que querÃan experimentar en las fábricas con los mismos materiales que se usaban para la producción. En ParÃs, tuvo la oportunidad de compartir el taller de los suburbios parisinos que tenÃa Antonio SeguÃ.
En 1976, poco después del Golpe de Estado del 24 de marzo, presentó una muestra en Art Gallery International titulada "El ganado y lo perdido", cuya temática anticipaba la violencia social y polÃtica del perÃodo de la dictadura. Antes de que finalizara, la galerÃa sufrió una amenaza de bomba y tuvieron que desalojar el local. Tras el Golpe de Estado y la desaparición de su hija Paloma en 1977, decidió exiliarse en Italia. En 1979 se trasladó a Madrid y dos años después regresó de vuelta a la Argentina, donde se terminó instalando en Unquillo. Mientras se iba instalando poco a poco la democracia en el paÃs, Alonso realizó una muestra en la GalerÃa Palatina con las series Vida de pintor, Unquillo y Manos anónimas, que aludÃa a los tormentos sufridos por las vÃctimas de la represión. Un trÃptico sobre esta última serie logró el premio Orozco-Rivera-Siqueiros en la I Bienal de La Habana, quedando ubicado en la Fundación Wifredo Lam de dicha ciudad.
En 1986, la GalerÃa Palatina presentó el libro Carlos Alonso, publicado por la Editorial Gaglianone, que recogÃa varias obras y textos de Ernesto Sábato, David Viñas y Mario de Micheli, entre otros. A fines de la década, realizó la serie "La verdad desnuda", en la que trabajó sobre el desnudo femenino, que formó parte de un proyecto realizado para el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba.
En la década del 90', el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires presentó una muestra sobre Vincent Van Gogh denominada "El pintor caminante", en la que participó Alonso con obras en relación a sus trabajos sobre el pintor holandés. En esa misma década realizó también la obra mural Con los pies en la tierra (1994) para decorar las GalerÃas PacÃfico, junto con otros cuatro murales.
Su obra se inscribe dentro del expresionismo, representando la realidad de manera incisiva, dramática y descarnada, a veces con cierta ironÃa o sarcasmo. Se interesó abiertamente por los temas polÃticos y sociales, impactando directamente en el espectador por la forma en que los representa. Alonso trabajó con diferentes materiales y técnicas: óleos, acrÃlicos, collages, punta seca, xilografÃas, litografÃas, aguafuertes y aguatintas.
Amanecer argentino forma parte de la serie denominada "Manos Anónimas" que Carlos Alonso habÃa producido en la Argentina a la vuelta de su exilio, en 1981. La mayorÃa de las 38 obras están fechadas en 1984 y varÃan entre dibujos y pinturas realizadas a lápiz, pastel y acrÃlico sobre papel, algunos dÃpticos y también un trÃptico. "Amanecer argentino" alude a los secuestros perpetrados durante la última dictadura cÃvico-militar argentina. La escena principal está enmarcada en un paisaje de campo como fondo, realizado con una paleta de colores frÃos en la gama de los azules. Se trata de un hombre vestido con los atributos tÃpicos de los represores de la época (sombrero, anteojos y sobretodo) que, en uno de sus brazos, carga el cuerpo desnudo de una mujer.
Esta obra ha sido reproducida en la tapa del libro: "Cambio de Armas y otros cuentos polÃticos" de Luisa Valenzuela, publicado por la Editorial Colihue Narrativa en el año 2013.