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Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti

Colección del Conti

Guillermo Forchino / Falcon verde

Guillermo Forchino

Falcon verde (2009)

Técnica con Espuma y resina de poliuretano. 102 x 44 x 34 cm

Colección del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti desde 2010

Artista argentino nacido en la ciudad de Rosario en 1952. Cursó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario, donde se licenció en Artes Visuales. Desde inicios de la década de los ochenta comenzó su vasta producción en la que no dejaba de investigar y experimentar con diferentes materiales. Esta búsqueda, que comenzó en la Universidad de Rosario, continuó durante su estadía en la Universidad de la Sorbona de París, donde estudió Restauración y Conservación de Obras de Arte. En esa ciudad, durante su formación como restaurador y conservador, entró en contacto con las técnicas antiguas y materiales tradicionales, trabajando con ceras, resinas vegetales, enduido de tiza y cola, adhesivos naturales y técnicas mixtas.

En 1984 decidió regresar a Rosario, donde dirigió el taller de restauración de obras de arte de Juan B. Castagnino para el Museo de Bellas Artes de esa ciudad. Fue en este período cuando inició la producción de una serie de personajes cuyos cuerpos los realizaba con bandas de tela entrelazadas, mientras que sus cabezas, manos y pies los confeccionaba a partir de papel maché tratado con pigmentos naturales y sumergido luego en cera virgen. En 1985, realizó en la Galería «Krass Artes Plásticas» de Rosario la exposición "Desafinados" junto con los artistas Rubén Porta y Marcelo Castaño, sumergiéndose en el mundo de los asilos de ancianos y las clínicas psiquiátricas. Se trataba de un grupo de objetos, dibujos, fotos, vídeos e impresiones para representar a locos, marginales y viejos de la sociedad. Creó muñecos con expresión patética, de cuerpos retorcidos, sobre sillas de ruedas o amarrados. A fines de ese año regresó a París para instalarse definitivamente.

En 1988 obtiene el primer premio de escultura en el «Salon Petits Formats» del Espacio Latinoamericano de París. A principios de los 90´, comenzó a trabajar sus esculturas con resina de poliuretano y goma de silicona para crear nuevos personajes vinculados al mundo del cómic, a los que cargaba de ironía y a la caricatura. Estas figurillas configuran escenas humorísticas, como una familia que se va de vacaciones en un coche sobrecargado con neumáticos desinflados o una camioneta norteamericana típica de los años 50´ medio vieja y destartalada que se identifica con los personajes que van dentro de ella.

En 1995 expuso sus esculturas de cómic en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia y en el Centro Cultural Recoleta. En 2001, realizó la exposición Desafinados II junto a Porta y Castaño, presentada en el Palais de Glace de la ciudad de Buenos Aires y en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia.

En 2002, a través de una empresa holandesa, comenzó a reproducir y distribuir a nivel internacional sus obras de cómic. En la actualidad expone regularmente en Francia, Argentina y los Países Bajos. Actualmente vive y trabaja en su taller de París.

Gran artista y artesano, la obra de Forchino está dotada de un virtuosismo técnico destacable. Su producción artística se caracteriza por emplear algunos recursos caricaturescos y del cómic, de modo que la ferocidad crítica queda en un segundo lugar respecto al carácter cómico de sus figuras. Así, refleja con cierto humor diferentes temas de nuestra cotidianidad, unas veces banales, otras más trágicos, característicos de nuestra sociedad. Además, destaca la precisión y meticulosidad de los detalles. Invita al espectador a sumergirse en el universo de la locura y/o la marginalidad. De esta forma, cuando Forchino representa los asilos de ancianos u hospitales psiquiátricos, muestra la miseria de esos individuos olvidados por la sociedad. En ocasiones, ha ubicado a sus personajes, tal y como sucede en la obra donada al CCM Haroldo Conti Falcon verde, en el interior de vehículos (autos, barcos, aviones, motocicletas y/o colectivos).

La obra de Forchino ha tenido una muy buena recepción por parte del público, entre otras cosas gracias al propio artista, quien firmó un contrato con Virtual Machine Manager (VMM) en los Países Bajos para crear copias de su colección, con el mismo detalle y precisión que los originales. De esta forma, sus esculturas han podido ser distribuidas por varios países del mundo. Estas copias, hechas y pintadas a mano, son supervisadas personalmente por el artista y pueden ser realizadas en distintos tamaños.

En los últimos años, Forchino también ha creado una serie de individuos haciendo deporte y una variedad de profesiones que fue denominada la "Serie de Profesionales", en la que las figurillas tienen una altura media de unos 45 cm.

En agosto del 2016 presentó su Exposición "Forchino. París | Rosario" en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa de Rosario.