Pintor, escenógrafo y dibujante argentino, nacido en Buenos Aires en 1954, de padres calabreses (Italia). Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y en el taller de Osvaldo Attila. A comienzos de los años 70', compaginó su actividad artística en la Escuela Nacional de Bellas Artes con su militancia peronista. Su obra reflejó, en infinitas oportunidades, el imaginario peronista valiéndose de los mitos, símbolos y estrategias visuales que generó la época de Juan Domingo Perón. Dicha época dio lugar a diversas interpretaciones, algunas extremadamente críticas, otras de gran admiración. Desde 1978 participó de treinta exposiciones colectivas y salones.

Entre 1980 y 1991 trabajó en el taller de escenografía del Teatro Colón como realizador, lo cual fue esencial para muchos de sus proyectos artísticos, incluyendo posteriormente sus enfoques del mundo peronista. En 1985 realizó numerosos viajes por Oriente exponiendo en diversos museos y galerías de arte. Viajó a Singapur, invitado a la feria con motivo de los cien años de su Independencia, donde presentó su serie de Gardel y los Samuráis, que tuvo un gran éxito. Aquellos viajes le generaron un fuerte deseo de aprender la escritura china, lo cual le llevó a pensar de un modo radicalmente distinto y a incluirla en su imaginario visual. Poco a poco, se fue adentrando en las tradiciones y filosofía oriental, en el sánscrito, el hebreo, la cábala, la cosmogonía china, algunos conceptos fundamentales de Lao Tse y de Confucio. Presentó diez exposiciones individuales. Por esta razón, en varias de ellas confluyen la evocación de iconos de la cultura peronista con algunos elementos del mundo oriental.

Además, su obra está cargada de iconografía religiosa (tanto cristiana como oriental), así como de signos y simbología peronista: las fábricas humeantes, la radio como difusión de las ficciones y del Estado, la construcción de obra pública, el mundo escolar y la transmisión política de la doctrina, la propaganda y el autobombo, la teatralización de la política, la entrada de Eva en la inmortalidad, el luto obligatorio con motivo de la muerte de Evita, los souvenires peronistas, los grasitas y descamisados, el gorilismo, las traiciones, la violencia, el golpe del '55, la sangre derramada, la creación del mito y de la leyenda negra, etc.

Santoro estudió y consultó durante años los materiales que lo actualizaron con ese pasado: documentos, revistas, afiches proclamando las distintas realizaciones y preocupaciones del gobierno y todo tipo de gráficas.

Los tres Manuales del niño peronista, libros de artista que incluyen dibujos hechos a mano por el propio Santoro, dieron lugar a la muestra "Un mundo peronista", en donde fue expuesta esta obra, que hacía alusión a la revista editada entre 1951 y 1955 por la Editorial Haynes, que intentaba consolidar la ideología peronista a través de Juan Domingo Perón y Evita. En esos libros aparecen los propios Perón y Evita junto con los iconos justicialistas, la relectura de las publicaciones oficiales y revistas partidarias y el llamado costado siniestro del peronismo, en combinación con la escritura visual y los ideogramas chinos.

Santoro también realizó activamente la crítica al medio artístico vanguardista argentino en diversos artículos.

En 2012, por su trayectoria a lo largo de la última década, recibió un Diploma al Mérito de los Premios Konex en la disciplina "Pintura: Quinquenio 2007 - 2011".

Los caracteres orientales que el artista incluyó en la obra Baño en las piletas populares de Ezeiza, son ideogramas kanji, letras que se usan tanto en chino como en japonés que pueden hacer referencia a alguna divinidad para atraer a la buena fortuna.