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Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti

Colección del Conti

Franco Host Venturi / S/T

Franco Host Venturi

S/T (1961)

Serie Tilcara, Jujuy

Grafito sobre papel. 65 x 43 cm

Colección del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti desde 2007

Nacido en Italia en 1937, llegó a Argentina en 1950. Con 18 años se afilió al Partido Comunista (PC). Su padre, militar y funcionario disidente del régimen de Mussolini, renunció a su cargo y fue perseguido, alejado de su familia, empujado al exilio y sus bienes fueron confiscados. Murió en 1980, pidiendo en vano clemencia por su hijo.

Asistió a los talleres de MEEBA (Asociación de Estudiantes y Egresados de Bellas Artes) y Estímulo de Bellas Artes. Desde su primera muestra en 1961, concurrió a varios Salones Nacionales y Municipales. La prolífica actividad artística de Venturi, que incluye telas y dibujos, fue acompañada por la política. Perteneció al peronismo revolucionario (Peronismo de Base) y posteriormente a las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). En 1970 compartió habitación con Alberto Alonso (hermano de Carlos) en la casa de Mario Erlich y Nora López de Once, donde trabajó durante un año en sus pinturas. Obligado a dejar la vivienda a raíz de su militancia, muchas de esas obras fueron guardadas por la familia de Nora López.

En 1972 fue detenido y enviado al penal de Rawson, después de pasar por varias cárceles. Allí se dedicó con entusiasmo al dibujo, usando lápices y bolígrafos y explorando nuevas líneas de expresión. La mayor parte de los dibujos que hizo desde 1970 desaparecieron en subsiguientes procedimientos represivos. A partir de su liberación tras la amnistía del 25 de mayo de 1973, retomó la actividad política y artística, pintando y trabajando como dibujante e historietista en distintas publicaciones. Además, trabajó como ilustrador de diarios y revistas. Amenazado por la Triple A, en 1975 decidió mudarse a Mar del Plata donde se dedicó a la caricatura política. El 20 de febrero de 1976 fue secuestrado por las fuerzas de seguridad, a plena luz del día y delante de algunos transeúntes. Su compañero y amigo, Carlos Arbelos, le dedicó un hermoso poema denominado "Sin Piedad" y que relata el momento de su secuestro. La esposa de Franco, Mabel, quien también estuvo detenida hasta 1979, momento en que fue liberada y puesta bajo el régimen de "libertad vigilada", se sumó junto con sus padres, a la pelea maratónica de determinar el paradero de su compañero. Mientras tanto, la mayor parte de su obra continuaba desaparecida. Recién a fines de la dictadura pudieron restablecer contactos e iniciar el rescate de las obras.

En enero de 1995, la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio del Interior a cargo de la Dra. Alicia Pierini, promovió la indemnización del hijo del "Tano", Santiago Francisco, nacido durante el cautiverio de su madre (Mabel Adriana Grimberg), detenida ilegalmente en 1976. Permaneció en prisión 165 días y por tal motivo cobró un dinero que sirvió como precedente para casos semejantes.

Venturi es el primer artista plástico desaparecido del país. Se han hecho varias exhibiciones de su trabajo en distintas partes del país. De toda su producción, sólo se salvaron 16 pinturas y 80 dibujos que tuvieron que ser restaurados debido a las condiciones en que fueron conservados u ocultados. Muchas de sus obras fueron destruidas por las fuerzas del orden en sucesivos allanamientos.

Dado que Franco vivió su primera infancia en Roma hasta sus 13 años, es probable que se dejara influir por la impronta artística italiana. Asimismo, en el traslado de su familia a la Argentina, pudieron llevarse consigo varias obras de arte que también debieron contribuir en el imaginario infantil del artista.

Realizó varias exposiciones en Córdoba, reorientando así su mirada de Buenos Aires hacia el interior del país. Asimismo, hizo viajes de estudio por el noroeste de Argentina, Italia y Brasil, donde trabajó como ilustrador. Concretamente en Tilcara se adentró en la población de ese lugar, interiorizándose sobre los modos de vida y la pobreza. Se instaló en el patio de una escuela para dedicarse a dibujar retratos de los niños que ahí estudiaban, con grafito y carbonilla sobre papel. Se trata de trazos rápidos, en los que destacan los rasgos de los rostros bien marcados, con ojos almendrados y narices y bocas amplias. La obra que atesora el CCM Haroldo Conti forma parte de esa colección de dibujos, realizados a comienzos de los 60'.

De esta forma, la producción de su primera época como artista reflejó la marginalidad y los problemas sociales, en clave de protesta y lucha. En 1965, Franco se incorporó al Movimiento o Grupo Espartaco, donde participó hasta su disolución en 1968. Este grupo promovía el arte social y rechazaba el colonialismo cultural, abogando por la libertad creativa y estética de cada uno de sus integrantes (de entre los que destacaron, primero Ricardo Carpani, y más adelante Juana Elena Diz, Mollari, Sánchez y Sessano, entre otros). Hacia 1969 se dedicó a hacer una figuración más libre, con algunos elementos abstractos. Asimismo, poco a poco se fue volcando cada vez más en la actividad política.

A fines de los '60, participó en diversas actividades artísticas organizadas por la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos (SAAP) como: "Homenaje al Viet-Nam" (1966), "Homenaje a Latinoamérica" (1967), "Homenaje al Che Guevara" (1968), "Villa Quinteros también es América" -sobre la problemática de los trabajadores tucumanos de la caña de azúcar- (1969), "Malvenido Mister Rockefeller" (1969) -en repudio a la visita de Nelson Rockefeller a la Argentina, que desató manifestaciones callejeras y la quema de supermercados de una firma propiedad de la familia- y "Homenaje al Cordobazo" (1969). También participó de la exposición "Hambre Basta", clausurada por la dictadura militar. Todas estas experiencias constituían una crítica fuerte al imperialismo reinante.

En general, los acrílicos de Franco han aportado siempre un aire expresionista, un tanto caricaturesco, con rostros medio desfigurados y líneas un poco borrosas. Se trata de figuras con gestos incómodos en ocasiones, que se quejan o gritan ("Detenido" y "¡Oh!", ambos de 1968 o "Hablá" de 1969). Caracterizados por los trazos rápidos, se trata de personajes con gestos nerviosos.

Poco a poco, fue alternando la pintura con el dibujo. Sus cuerpos deformados, gesticulantes, están en un constante movimiento. Represores o torturados siempre aparecen en acción, mientras las imágenes se vuelven cada vez más caóticas. A partir de 1975, comenzó a realizar pequeñas pinturas que fueron robadas y destruidas coincidiendo con la detención de su esposa, hasta que fue detenido-desaparecido en 1976.

El 25 de abril del año 2006, el Centro Cultural Recoleta inauguró una muestra que recopilaba toda la producción artística de Franco Venturi, reunida por primera vez, en la que se exhibieron sus pinturas, dibujos, fotos y cartas. Tuvo muy buena recepción por parte del público.