La acción, desarrollada en la ciudad de Córdoba, fue la primera de la colectiva Costuras Urbanas. La performance gráfica, consistió en un grupo de once mujeres vistiendo bolsas negras con las cabezas enfundadas en medias veladas del mismo color. Sobre sus espaldas cada una sostenía una letra, acompañadas del sonido de un redoblante utilizado como señal para ordenarse formando la palabra Privatizado. Metáfora del robo del patrimonio público, bajo el segundo gobierno de Carlos Menem, en el cual la Argentina vivía un proceso de vaciamiento del Estado y la privatización de empresas y servicios públicos.