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Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti

Participación en el PRT

(Partido Revolucionario de los Trabajadores).

Participación en el PRT

Luis Mattini - Motivos para quedarse

“Luis Mattini, a la pregunta ¿Qué pasa con Conti en los últimos momentos de su vida hasta que los secuestran? ¿Por qué él elige quedarse acá? Nos respondió:

‘Él formaba parte de una célula del PRT, no es que era sólo FAS, sino que era orgánicamente del PRT. En esa célula estaba Cacho Constantini y Roberto Santoro. Santoro fue secuestrado más o menos en la misma época que Conti: Constantini estuvo en el exilio y murió joven, de cuarenta y pico de años. Los tres estaban en el frente de los trabajadores de la cultura.

Yo quiero insistir con esta pertenencia de Conti porque entiendo que sería una traición a él no decirlo.

Ellos hacían un trabajo que estaba bastante en la superficie. Como miembro del PRT llega un momento en no puede mantener la situación porque Conti era muy conocido y corría mucho riesgo de muerte. Había ido a dar una conferencia a Perú referida a qué pasaba aquí en la Argentina y había denunciado que las tres A eran una dependencia del gobierno -de Isabel Perón, López Rega, etc-. Como ya se estaba viendo cómo venía la mano en la Argentina, nosotros hicimos una propuesta para que una serie de personas como Conti, Silvio Frondizi, Cacho Constantini, etc. salieran al exterior preventivamente, se instalaran en el país que les gustara a ellos, y desde allí empezaran a organizar la solidaridad internacional. Cuando Conti hace estas declaraciones en Perú se le mandó a decir que no regresara. Y él dijo que no, y volvió. Entonces ya estaba clandestino, es decir, estaba oculto, no podía andar al aire libre todos los días, y la situación se hacía cada vez más pesada. Vivía en la casa de la calle Fitz Roy N° 1205, en Villa Crespo, Bs. As, con Marta [Scavak], y había tenido un hijo hacía poquito. Me parece que a él lo secuestraron por mayo del ‘76.

Entonces, un mes antes del golpe de Estado, ya orgánicamente, con Mattarollo –quien ya estaba en el exterior y era muy amigo de Conti- le dijimos que saliera. Y él se volvió a negar; cuando llegó el golpe de Estado se volvió a insistir en lo mismo. Lo que cuenta Marta es que tres días antes de que lo secuestraran escribió en latín un cartel colgado frente a su escritorio que decía: “este es mi lugar de combate y de aquí no me voy”. Va a la casa un grupo de tareas; allí estaba Marta, el bebé y otro compañero que estaba viviendo con ellos que era del PRT. Vejaron a Marta, la dejaron atada y se llevaron a Conti y nunca más se supo, sólo versiones.’

Elige esto porque su conducta tiene que ver con su compromiso.

¿Él interpretaría que era una traición al resto de los compañeros?

‘Sí. Además, tiene que ver con la época también: nosotros teníamos la gran consigna de que los del PRT no se exilian. Pero nosotros lo que le planteábamos a él era una misión en el extranjero, no era escaparse, se le daba una misión en el extranjero a alguien que iba a rendir mucho más afuera que escondido adentro. El tenía todo la autoridad moral para hacerlo, pero era como vos decís, él pensaba que no podía ser que mientras acá miles de personas estaban combatiendo en las calles, cómo iba a estar él en París. Un acto que tiene que ver también con su cristianismo y su formación sartreana. La ética en él era muy marcada; sartreano y cristiano, como bastante del imperativo categórico de Kant.’”

…)

-N. R: Si Uds. pensaban que todos debían participar en la lucha armada ¿Conti también tuvo que participar?

-Luis Mattini: “Sí, más simbólicamente que otra cosa, él estaba encuadrado en el partido y participó en cosas como por ejemplo, salir y hacer actividades políticas con dotaciones armadas o algo así, y además dispuesto, si era necesario, a sumarse a la guerrilla. Lo que pasa es que nosotros hemos cometido errores pero no para tanto, no lo íbamos a ‘malgastar’ por decirlo de alguna manera, con todo lo que podía hacer desde su función de intelectual. En el caso de Conti, militaba en un área que establecía relaciones con el conjunto del país, específicamente en el sector Trabajadores de la cultura: sobre todo debía influir en los intelectuales, en primer lugar en los escritores como él. Su función era la lucha por las ideas. Había compañeros que decían: ‘¿Qué hace Conti?’ ¿’Por qué no va a agarrar un fierro?’, eso era la desprolijidad. Lo que él hacía era juntarse con los otros trabajadores de la cultura, por ejemplo, Paco Urondo –montonero-, del que además era muy amigo, y planificar las políticas revolucionarias en ese terreno”.

(Redondo, Nilda S. Haroldo Conti y el PRT: Arte y Subversión, La Plata, De la Campana, 2010).

Juan Bautista Duizeide (escritor y ensayista)

“Conti fue uno de los referentes culturales del PRT liderado por Santucho. Hay controversias respecto de cuál puede haber sido su encuadre y cuáles sus tareas concretas en el partido. La cantidad de militantes muertos, la estricta compartimentación y la falta de documentos escritos al respecto dificultan establecerlo con certeza. Hay quienes, como Luis Mattini –que encabezó el PRT a la muerte de Santucho-, sostienen que por el obrerismo reinante en él Conti nunca podría haber pasado de ser un ‘compañero de ruta’, ya que se lo consideraba un pequeño burgués; por más que se lo respetara y apreciara, nunca hubiera merecido la misma confianza que alguien de extracción proletaria. Otros, como Enrique Gorriarán Merlo, afirmaron que Conti fue una cuadro integral con responsabilidades de importancia; por ejemplo, coordinar las emisiones clandestinas de radio. No faltan rumores ni testimonios acerca de una tarea logística para nada menor con la que Conti habría cumplido: llevarse adelante reuniones secretas con algún grado de seguridad, pero su labor más visible, más de ‘superficie’ estuvo vinculada a uno de los organismos de masas del PRT: el Frente Anti-imperialista por el Socialismo, muy conocido en la época a través de pintadas, afiches, volantes, por la sigla FAS”.

(En Duizeide, Juan B.: Crónicas con fondo de agua. Vidas secretas del Río de la Plata. Peña Lillo. Continente. 2010)